Sin otoño, sin primavera

Por: Andres Elias @andreseliascom

Para:Observatorio Catolico

"Sí, admito, me la fui a ver, el marketing me comió al cuento, a mitad de la película me tuve que ir, mi acompañante estaba horrorizada por lo que estaba ocurriendo en la pantalla, un reportaje calificó a la escena que nos sacó corriendo del cine como “un hito en el cine nacional”.

Me fui a mitad de la película, en medio de la peor escena que el cine nacional ha puesto en las pantallas. Un desnudo grotesco de la actriz protagonista. Ninguna sociedad debe estar preparada para disfrutar del morbo, una sociedad que se encuentra lista para eso, es una sociedad decadente. Nunca estaré, ni estoy listo para ver en un cine una escena sexual tan explícita. 

Ignoran lo que sucede en el cerebro humano al segundo de ver una imagen sexual. La epinefrina,  la oxitocina, y los millones de receptores que se disparan en el cerebro al instante de ver esta clase de imágenes hacen su trabajo de forma muy eficaz, haciendo sumergir al espectador en un remolino hormonal antes de que siquiera se alcance a comprender lo que se está viendo. Todos estos estímulos se procesan en el sistema nervioso central cuando se está expuesto a emociones intensas. El efecto es terrible. 

Pero en verdad, ¿Qué me hizo salirme del cine? No soy crítico de cine, solo soy un cinéfilo más, me fue fácil aburrirme con la cinta, iba entusiasmado con la idea de que me iba a ver reflejado en ella, al fin dije alguna película que retrate la clase media guayaquileña, tal como lo hacen en EEUU, Mad Men, serie que narra la identidad norteamericana de los años 60s, pero S.O.S.P. no es un retrato de nadie, ni de nada, su banda sonora refleja un juventud anárquica, angustiada, criada en medio de la clase trabajadora guayaquileña de los años 90s donde padre y madre salían a trabajar y dejaban al hijo solo, mientras Barney y los Teletubbies los criaban. Simplemente caricaturiza a diferentes personajes que podrían ser de Chile, de Perú, de México, ambientados en la ciudad de Guayaquil. 

Rescato la hermosa fotografía de Guayaquil un trabajo muy bien logrado. 
La película rompe el molde de lo que hemos visto anteriormente, por supuesto, y lo hace por su aburrimiento, no pude percibir a la mitad de la película el motor de la historia ni el hilo narrativo, a la mitad parecía haberse difuminado el detonante y el conflicto, eran historias no lineales que parecían perseguirse la una con la otra y era predecible que en algún momento iban a estrellarse. 

Cada Arte, cada medio, cada soporte tiene sus características propias y creo que en esto S.O.S.P. quedo debiendo, demasiado confusa, sus historias carecían de poder, hasta cierto punto de realismo, y eso que yo soy de la clase social que el director y el guionista intentaban retratar, la verdad fueron puras pinceladas de un arte muy poco definido. "Creo que solo me vi el otoño y no la primavera, es que el otoño me impidió ver la primavera". 

Otra cosita más: 

Me pareció errada la caricatura que hicieron de la señora que deambulaba por el Unicentro y que Martín la calificó como "de esas que están contra el aborto", ACTIVAR SPOILERS: para los que no verán la película esta señora, recorría con la mirada perdida el centro comercial Unicentro, esta caricatura que solo existe en la cabeza del director no refleja lo que es una activista Provida, si realmente Iván Mora conociera los miles de jóvenes de vigor intelectual, preparados, argumentados, profesionales, intelectuales que están dentro del debate provida, eliminaría esa caricatura que solo existe en su cabeza.

En una entrevista que le hicieron a Paulina Obrits la intérprete de Antonia (forma un triangulo amoroso entre Martín y su novia Gloria), ella mencionó lo siguiente: “Podría sacarme la ropa en cualquier parte” 
“Soy una persona supremamente abierta, no tengo mayores pudores” 
“Soy súper transgresora”: 

Hey Paulina, para ser transgresor no se necesita mostrarse desnuda, que transgresor puede ser eso, si en la tv abierta vemos a mujeres que van en la misma dirección todo el tiempo, si nuestro cine está inundado de eso, si el mundo entero está hasta la saciedad contaminado con los desnudos artísticos, no es ninguna novedad ya! Si lo hubiera hecho en los años 10s todavía, transgresor soy yo, por descalificar su conducta, por oponerme que los medios de comunicación emitan imágenes sexuales en su afán de explotar el morbo humano, y por ser trasgresor es que muchos me critican.-pobre tipo, moralista, pacata.

En fin, película NO RECOMENDADA.

@andreseliascom