Páginas

miércoles, 3 de julio de 2013

LAS VIDA ESTA EN LOS DETALLES



Me encontraba en el mostrador de un establecimiento de venta de productos para el hogar, cuando llamó mi atención, una rara especie de manguera. La forma tradicional de la manguera era deconstruida por este nuevo espécimen, frente a ella, un señor, de unos cincuenta años, le preguntaba al dependiente la presión que soportaba la manguera. Extraña pregunta para comprar una simple manguerita, la causa de su pregunta fue el origen de este artículo.

Una manguera puede parecer un artículo cotidiano del hogar, generalmente nadie le pone mayor atención, muchas veces nos hemos topado con la dificultad de recoger el accesorio. Diría que es un artículo casero infravalorado. Odiamos usarla, odiamos recogerla.

El cuidado que le damos, no es el mejor. Resultado de aquello, es observar el deterioro casi inmediato de las mangueras en casa. Nos hemos acostumbrado a las mangueras, a tratarlas así, a vivir una dinámica uso/maltrato con ellas.

Es curioso que este artefacto para asperjar agua se parezca mucho al trato que le damos a los demás. Muchas veces nuestra apatía roza en el quemimportismo, mientras la persona/manguera siga funcionando sigue siendo un artefacto útil.

Cosificamos a las personas cuando las vemos en función de cómo nos pueden afectar, el genuino interés en los demás es una virtud muy rara hoy en día.

Pero volviendo al tema de este artículo. Aquel señor preguntaba qué presión soportaba el agua, por el diseño de la manguera, ya que tenía una forma retráctil, es decir su forma se expandía con la presión, sin presión simplemente no tomaba la forma para la cual fue diseñada, en consecuencia, en una casa con poca presión el artículo iba ser inútil.

El señor me miro a los ojos y le pregunté:

-Como sabe usted tanto de mangueras y de presión, es gasfitero?

No, respondió. Solo me fijo en los detalles, la vida está en los detalles.

Esas palabras quedaron retumbando en mis oídos, así que decidí investigar a que se refería el extraño señor fetiche de las mangueras con que “la vida está en los detalles”.

El fruto de mi reflexión sobre este tema, se enfoca en los hábitos. Cuando alguien te dice que las más grandes almas se fijan en las cosas pequeñas, te está queriendo decir que las personas de éxito se fijan en sus hábitos.

Todos tenemos hábitos buenos y hábitos malos, puesto en otra perspectiva: virtudes y vicios. Pero hay hábitos que son los principales o como voy a llamarlos yo:“hábitos capitales”. Son estos comportamientos cotidianos que desencadenan otros comportamientos. El éxito consiste en identificar nuestros hábitos principales.

Fumar es un hábito capital que degenera en hábitos menores. Ahora mismo no estoy valorando si son buenos o malos, solo esto quiero hacer notar lo sustancial del tema.

Para cualquier ser humano es todo un desafío cambiar un hábito, mi consejo es:

“Reconozca sus MALOS hábitos principales y cámbielos lentamente”



La mayor parte de las decisiones que tomamos a diario pueden parecernos producto de una forma reflexiva de tomar decisiones, pero no es así. Son hábitos.

Cuando reconocemos el hábito principal y nos enfocamos en minimizar el impacto en nuestra vida, estamos convirtiendo NUESTRA decisión en una conducta automática.

Siempre fijémonos en lo sustancial de la vida no en lo episódico, muchas veces perdemos el enfoque del camino a seguir por preocuparnos por cosas sin importancia. Preocupémonos por lo básico y no por lo accesorio. Hacerlo del modo tradicional de preocuparnos por cosas de poca monta, hace desviar nuestra atención de la meta y por lo tanto, perdemos el rumbo fácilmente.

Conócete a ti mismo:


· 1.- Identifica tus hábitos capitales

· 2.- proponte alternativas y recomiéndate soluciones

· 3.- desarrolle los pasos recomendados para poner en práctica la solución

La vida es sencilla nosotros nos la complicamos, en los detalles esta la felicidad, en las diminutas cosas que hemos dejado abandonada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario