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domingo, 21 de julio de 2013

Compulsion por comer


Escrito por: Andrés Elías

Sígueme en twitter: @andreseliascom


Durante mi vida he librado duras batallas, y, conozco a la perfección todo lo que implica librar una. Hoy quiero hablarle de la batalla por la buena salud. Tengo 30 años y quiero contarle una historia:

Hace un año, decidí bajar de peso, pesaba 220 libras. En cinco meses a base de ejercicios, dieta, productos, tratamientos, llegué al peso recomendado y saludable de 175 lbs. Al día siguiente de cumplir mi meta del peso ideal, empezó una nueva carrera: Mantener el peso.

Durante 6 meses fui engordando nuevamente. Día tras día recuperaba el peso perdido, hasta llegar a la sorpréndete cifra de 225 lbs, es decir, 5 lbs más que mi anterior “sobrepeso”.

Pero esta vez iba ser diferente, no pensaba gastar dinero para costearme productos tales como: fajas, tratamientos, nutricionistas, etc. Así que traté de sobrellevar el sobrepeso a través de un proceso “autosustentable” de hacerme cargo de mí mismo. Pronto me di cuenta que sin tratos internos y reglar claras en mi vida no podía, la frustración apareció y con ello, el abandono de mi ser.

Me culpé, me preguntaba ¿por qué? ¿Por qué las cosas no podían ser diferentes? Hay tantas personas que pueden agarrar buenos hábitos de un día para otro, sin embargo, ¿ porque para mí era tan difícil dejar de comer?

El sentimiento de culpa que sentía por no poder ganarle la batalla al sobrepeso, tenía un escape: “la reconfortante sensación de saciedad”. Comía por autocompasión y pronto caí en un círculo vicioso de culpa/alegría x comer.

Descubrí la relación entre comer mal y sentirse mal. La relación entre carbohidratos y engordar rápido. La relación entre sedentarismo y ver crecer tu barriga. Me descubrí a mí mismo bajo un ropaje de 40 lbs de sobrepeso. Ahora que lo miro en perspectiva, el riesgo valió la pena. Aprendí algo de mí: Conocí mis limitaciones.

Este escrito es como una declaración de independencia de mis malos hábitos. Una afirmación que procura convertir las palabras en aliento para muchos que como yo, sufren la terrible enfermedad de comer compulsivamente.

Estoy en el camino a mi peso idea. Lo más maravilloso es que los métodos que utilizo para bajar de peso, también son aplicable para mi crecimiento espiritual.

Aquí algunos hábitos que estoy comenzando a practicar:

No conversar con la tentación: he establecido reglas en caso de aceptar una invitación a un restaurante:

1.- no ver el menú del local sino enseguida pedir una ensalada con un buen vaso con agua.

2.-Pedir muy gentilmente al mesero que no acerque el pan a la mesa y explicar a mis compañeros de mesa, el por qué.

3.- No acercarme a samovares. La tentación entra por los ojos.

4.- comer cinco veces al día, en el momento que visite un local de comida jamás debo sentirme con tanta hambre como “para comerme una vaca”.

5.- Tomar mucha, mucha agua.

Debo seguir conociéndome a mí mismo: Conocer cuáles son mis limitaciones; conocer cuáles son los tratos internos en los que mi voluntad no participa y por los que siempre reincido en atracones; conocer mis mayores debilidades a nivel emocional. Gobiérnese con su voluntad no se deje manejar por el sentimiento.

Alejar del pensamiento al placer: El cerebro es poderoso, rebosa en oxitocinas tras un abrazo o una relación sexual; endorfinas tras una sensación placentera; dopaminas tras aspirar cocaína. Pero no hay nada como una buena dosis de integridad que nos proporciona la salud, el buen vivir y la coherencia.

Cumpla las pequeñas promesas: No dude de usted, relájese y empiece lento, fíjese en los detalles, en las pequeñas cosas, hágase promesas y cúmplalas. Usted sabrá que promesas cumplibles hacer. Una vez que las haya hecho por pequeña que sean, cúmplalas. Poco a poco su integridad será mayor que sus ganas por comer. Esto le irá ayudando a adquirir mayor sensación de autocontrol, autodominio, seguridad y competencia, luego, será capaz de hacerse promesas mayores y cumplirlas, adentrarse en nuevos caminos, abandonar la tan temible zona cómoda y tomar nuevas iniciativas.

Gane en integridad, comiendo saludablemente, fíjese y cumpla la dieta o el ejercicio, vuelva sobre sus pasos recupere la motivación, decídase a cumplir sus promesas

Por último, debemos tener fe en Dios, en nosotros mismos, en creer que nosotros podemos y somos capaces de dejar de comer compulsivamente, el asunto pasa por una decisión. El compromiso es con nosotros mismos, con querer cambiar nuestra vida y nuestro estilo de vivirla.

Tal vez, lo que usted necesita no está muy lejos, sino dentro de usted. No regale su vida emocional, no viva de las debilidades ajenas. Surja, elévese, no permita que su pasado tome rehén a su futuro.

Usted debe recuperar ese sentido de su propio destino, y de su papel singular en la vida, ese, un sentido de propósito y de significado no se lo puedo dar yo, está en usted.

Encuentre su voz, y evalúe su propia visión personal, preguntése: ¿Lo que hago es lo que quiero estar haciendo? ¿Mi vida me ofrece una sensación de vocación de una causa digna de mi compromiso? Obtener este significado exige una profunda reflexión personal, plantearse preguntas profundas e imaginar.

Si, siente que usted no puede, debe de buscar ayuda profesional no ayuda improvisada o ayuda no calificada.

Aunque no he llegado a mi objetivo de las 175lbs, tengo la convicción de que estoy en el camino correcto para volver a mi peso ideal y usted lo irá comprobando en las siguientes semanas, donde domingo a domingo irá conociendo como fue mi lucha en este sentido. Le invito a vivir conmigo esta experiencia y de llegar conmigo a la meta. En dos meses juntos podremos llegar al peso ideal. El reto está lanzado, es público y queda por escrito.

En este espacio todos los Domingos iré actualizando mi “story telling”.

Andrés Elías 2013
@andreseliascom

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